En casa de Yoko (Taguchi):Kyoto

Hola otra vez!
Hoy toca teclado multilingue (una dieresis es demasiado pedir, como los acentos...) y ordenador antediluviano pero nos vale para contaros y que sepais que seguimos bien.
De hecho, estamos fenomenal. Por un par de dias hemos dejado de correr y estamos relajadisimos!!!! En Takayama, nos toca alojarnos en un ryokan, hotel tradicional de Japon. Asi que aprovecho y os cuento unas pocas cosas de los sitios donde dormimos, que es mas interesante que los templos que vemos. Molan pero sin poder poner fotos no es lo mismo...

En Kyoto, nos quedamos en casa de una familia. Al final, resulto ser solo la madre pero estuvo muy bien.
Es un poco raro al principio porque te sientes durmiendo en casa\tienda de todo a 20 duros. Esta todo atestado de cosas!!!! Creo que conte cinco relojes en el salon, de los cuales al menos dos sonaban... Y no Bethoven precisamente... Uno en concreto era de cristal con dos enanitos (tambien de cristal) que daban vueltas en las horas y sonaban... Y luego habia otro que sonaba en otro momento. Y le sumas que, cada vez que entrabas por la puerta, te recibia la musica de SuperMario Bros y que el movil de Yoko (la madre) sonaba a caja de musica y ya piensas que te va a dar epilepsia de tanto ruidito.
Y trastos de todo tipo por todas partes, objetos navideños (gracias, gracias por la ñ), muñecos de Disney hasta en el baño... Tenia fotos de su coche enmarcadas en el salon y en el baño!!!! Y Leonardo Di Caprio tambien tenia su foto por alli...
Pero lo bueno es que fue la unica japonesa capaz de explicarnos tres o cuatro cosas al respecto de como funcionan los buses o el metro (porque si es por los carteles)... Vamos, casi la unica con la que no hablamos por gestos dos minutos...
Y dormiamos en futones en el suelo. No es nada incomodo, se duerme muy bien pero tienen un incoveniente añadido con el que no contabamos: las arañas (esta letra es la mas util del mundo) Y yo y mis reacciones alergicas a los bichos, tengo unas 7 picaduras que estan evolucionando en ampolla. Menos mal que llevamos un botiquin surtido de pastillas y cremas y Jesus me cura...
Lo de los baños os lo cuento en otra, que nos llevan la cena a la habitacion (lo del ryokan, en otro post, que merece la pena)
Un besazo
Noe y Jesus